17 agosto 2012

el poeta y el policía


En la mismísima oficina de arpaio llega sicilia a decirle el gran dolor que ha causado en tantos y tantos migrantes que ha deportado, tantos sueños rotos, tantas familias separadas, pero el error era que hablaban diferentes idiomas, uno hablaba el idioma del amor y el otro e de la intolerancia, uno hablaba el idioma de los sueños y el otro el idioma de la cárcel, uno hablaba el idioma de la hermandad y el otro el de la cerrazón.
No se llega a ningún acuerdo, no se llegan a entender los conceptos, arpaio defiende la Ley con los dientes, luego entonces hay que combatir las Leyes inhumanas, las leyes racistas.
Espero que ésta visita no haga arder el odio que tiene en su corazón y haga más redadas y más tropelías con nuestros hermanos migrantes.