Ésta semana se cumple un año de la muerte de Anastasio Hernández, migrante mexicano a manos de la patrulla fronteriza, exactamente en la garita de San Isidro, frente a decenas de personas, su delito al parecer fue pedir que se le diera atención médica antes de ser deportado.
Los agentes de la patrulla alegan que los agredió y que ellos solo se defendieron, pero Anastacio estaba esposado con las manos en la espalda, los patruteros eran al menos diez, lo golpearon con manos y pies y posteriormente le aplicaron descargas eléctricas, lo que ocacionó infarto y daño cerebral.
A un año de distancia encontramos que no hay detenidos, nadie sabe como va la investigación, según comentaron, las cámaras de video no tenían cinta en ése momento y no hay grabación, no hay testigos del lado americano (normalmente hay decenas o cientos de personal de migración, de las diferentes policías, de funcionariohttp://www.blogger.com/img/blank.gifs de migración, etc).
Del lado mexicano algunas decenas de personas vieron la escena, pero temen replesalias de los migras, el gobierno mexicano sólo envió una "enérgica carta" al gobierno vecino, pero finalmente no vemos a la Sra. Justicia por ningún lado, sólo al Sr. Impunidad, los Estados Unidos, se proclaman como la nación mas justa del mundo y hacen justicia en paises diversos, aún cuando nadie lo pide, y aquí en su terreno suscedió un crimen a la vista de muchas personas y no sucede nada.
en la página de CNN viene el video de un tijuanense que grabó la escena, pero no ha pasado nada.
Como dijo el poeta "que frontera tan sufrida, que mundo tan separado"
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